Translate

viernes, 27 de febrero de 2015

Harta de la cobardía y cansada de la falta de empatía.



Una crisis humanitaria es lo que estamos enfrentando, y es posible que tú, queridísimo lector, seas parte de ella. 

Desde que tengo memoria, me he sentido fuera de lugar. Sentía como que no encajaba, me daba cuenta de cómo me miraban los demás y de que creían que era demasiado rara para estar ahí. Así ha sido toda mi vida. Me he acostumbrado y he tenido que pasar por cosas feas y terribles. He aprendido cosas duras a la mala y de las malas experiencias he pulido mi sarcasmo, mi ironía, mi cinismo, pero también he tocado mi parte humana. He logrado llegar a ella y no la voy a soltar.

Como sea. Tengo una muy buena familia, he tenido muy buenos amigos y las cosas no son tan malas como lo aparentan. Todos tenemos familias diferentes, venimos de diferentes lugares y hemos tenido historias completamente opuestas, pero he aquí el por qué he aprendido a desarrollar una fuerte alergia a éste tipo de personas, insensibles, cobardes, conformistas y egoístas.


1.- Cuando estaba en la secundaria (mi primera secundaria), pasaron ciertas cosas que me perturbaron. Tenía un compañero, cuyo nombre voy a dejar en Guillermo. Él era demasiado bajito físicamente, era delgado y tenía una personalidad un poco fuera de lo popular. No era malo. Yo jamás tuve mucha interacción con él, porque estaba "ocupada" en otras cosas, pero yo jamás lo vi faltarle el respeto a alguien. 
Un día, mis compañeros simplemente decidieron meterlo de cabeza al bote de basura. Así, de la nada y sin motivo aparente. Simplemente, un día que faltó el profesor de computación y que nos encontrábamos en ése enorme salón oscuro para nosotros, a alguien se le ocurrió la fantástica idea de molestar a Guillermo.

¿Qué mejor que meter a alguien a la basura para molestarlo?

Pues así, lo hicieron. La primera vez, yo estaba presente, así que en mi ingenuidad me acerqué a uno de mis "amigos", quien estaba gritando burlas para que lo metieran y le pregunté que qué carajos estaba haciendo.

-Se lo ganó- me respondió.
-¿Pero qué hizo?- 

Ya no recuerdo bien qué me respondió, pero estoy segura de que fue una imbelicidad (¿existe ésa palabra? lol). Éste cuate que se hacía llamar "mi amigo", me corrió del lugar y me dijo que no me metiera. Ése día me di la vuelta y me fui.

De haber sabido lo que pasaría, no me habría ido. Pero no sabía.



2.- Cuando estaba en mi segunda secundaria, tuve un profesor muy malvado. Ya no recuerdo cómo se llama, pero sé que su apellido es Oroz.

Si Oroz me está leyendo, quisiera decirle QUE OJALÁ TENGA UNA LENTA Y TORTUOSA ETERNIDAD EN EL INFIERNO EN DONDE PERTENECE.

Porque es uno de los peores (probablemente el peor) maestros de toda mi vida académica. Eso es mucho, si consideramos la cantidad amplia de escuelas en las que he estado y la cantidad de gente mala con la que me he topado.

Era ruin, era misógino, era malvado, era cruel, era intolerante, era grosero, era cruel. Se dedicó prácticamente el tercer año de mi secundaria a maltratar a uno de mis compañeros y amigos. Lo hacía frente a todos, lo humillaba, lo evidenciaba, lo ridiculizada, le decía que era un idiota que no llegaría lejos, le decía que era una lástima que su madre le pagara una escuela (porque era una secundaria privada). Era de lo peor. Mis compañeros y yo sólo observábamos. Nunca hicimos nada. Y créanme, amigos, no hay ni un solo día en que no me acuerde de esto y me desborde la vergüenza por mi propia cobardía.

Fui cobarde y perdí. Si hubiera sido valiente, tal vez habría perdido de todas maneras, pero no me habría quedado éste desagradable sabor de boca. Ahora, cada vez que veo a mi amigo, me da mucho gusto saber que está bien, que él ha salido adelante (porque lo ha hecho y vaya que muy bien), pero ésa espinita enterrada en mi corazón no se va. Cada vez que veo a mi amigo, me acuerdo de aquellos tiempos oscuros, me acuerdo de lo cobarde, egoísta e insensible que fui y me dan ganas de morirme por varias generaciones.



Pero ahora es otro tiempo diferente. Antes tenía 12 y 14 años. Ahora tengo 19, casi 20. Ahora estoy en la carrera. Ahora tengo un IFE, ahora tengo una mente más abierta, más conocimiento y una espiritualidad floreciendo. Ahora estoy afilando mi carácter, ahora estoy preparando mis argumentos y estoy caminando para llegar a mi meta.

Y una situación similar se ha vuelto a presentar. El problema, ahora que yo quiero actuar, que quiero dar la cara, pareciera ser que estoy actuando sola.

Obvio sé que no estoy sola. Sé que ahorita estoy respaldada por mis amigas, por Fany, por Karli, por Dianis, por Sol, por Anel, por otras más... Sé que no estoy sola. ¿Pero un número en conjunto podría hacer la diferencia?

El tópico de hoy, es lo muy decepcionada que estoy del resto de los demás. Más que furiosa, estoy cansada. Más que ofendida, estoy sorprendida.

Vamos, como lo mencioné hace una semana, estoy estudiando Educación Especial. EDUCACIÓN. Cualquier carrera que se estudie, cualquiera, ya sea algo tan exacto como la ingeniería, algo tan difícil como la medicina o algo tan humano como la educación, debemos ser líderes. Debemos ser campeones. Debemos ser luchadores, pero sobre todo, debemos ser HUMANOS.

¿Qué es ser humano? No es la facultad que te ha dado forma, que te ha dado cinco dedos, que te ha dado la habilidad de crear un arma atómica, ni la capacidad de señalar lo obvio de los demás. No.

Ser humano es sentir amor, es sentir compasión, es ser leal, ser solidario, ser valiente.

Se hace más ruido cuando estamos acompañados. Las batallas no se ganan estando cada quien por su lado, y si tienes demasiado miedo para siquiera intentarlo, vamos, te invito a que te sientes y esperes a la muerte. Adelante. 

Es más fácil quejarse y burlarlse, que hacer algo. Es más fácil criticar, que intentar entender a los demás.

¿Pero eso es lo que ustedes quieren elegir? ¿Van a ir siempre por el camino más fácil?




Pasó lo siguiente: Como ustedes y el 75% del mundo sabrán, la situación que sucedió en Ayotzinapa a más de alguno nos heló la sangre en las venas. No importa cuál haya sido el motivo, arrebatar 43 vidas no es justificable. Arrebatar una vida, no es justificable de ninguna manera.

Pues bien, como era de esperarse, más de alguno alzó la voz. Se formaron grupos, salieron a marchar no para "buscarlos", sino para decirle al mundo y en éste caso, el triste y corrupto gobierno mexicano que no estaba dispuestos a sorportar más mierda. Y como era algo excesivamente cercano a lo que estoy estudiando, naturalmente pensé que alguien diría algo. Alguien diría: "Sí, vamos a hacer tal cosa. Vamos a escribir tal cosa. Vamos a cantar tal cosa. Vamos PONERNOS DE ACUERDO".

No sucedió así. Yo veía la facilidad con la que mis compañeros evitaban el tema, la facilidad con la que los demás me miraban con morbo cuando comenzaba a tocar el tema.

Sí, me han dicho que soy extremadamente sensible, que me importa demasiado todo. Y sí, cuando hice solicitud para entrar en ésa escuela, mi tío le advirtió a mis padres que era probable que yo tuviera problemas ahí, por lo muy política que soy.

Pero eso no me obligó a escribir dos carteles y pegármelos al pecho y la espalda y andar así por la calle, desde salir de mi casa hasta regresar a ella. Mi manera de pensar no lo que me incitó a escribir mensajes de búsqueda de justicia y de no conformismo. No fue eso.

Fue mi sentir. Fueron mis sentimientos. Fue mi HUMANIDAD.

Ni siquiera era algo polémico, vaya, el pegarme éstos carteles, y la gente me detenía para leerlos. La gente se me quedaba mirando. La gente me preguntaba, me hablaba. Me decían que ya estaban muertos, me decían que "se lo habían ganado", más de alguno sonrió y una chispa de preocupación nació en sus ojos. Más de alguno me felicitió por mi valentía y por mi coraje a la hora de demostrar mi inconformidad y mi furia. Más de alguno se burló al considerarlo inútil.

Y no, no resolví nada con esto. Me hice fama, quizás, entre mis maestros y compañeros. Les provoqué más de una sonrisa y alegría a mi familia. Le causé admiración y vergüenza a mi hermana. Y mis amigos siguieron confundidos. 

No sé si tuve algo que ver, si influí en alguien, pero al cabo de un tiempo se decidieron por hacer una marcha. Una marcha silenciosa, con permiso de la policía y sin permiso de entrevistas ni comentarios. Por lo menos se hizo algo.

Yo estaba rebosando de alegría. ¡Por fin, una muestra para unirnos! ¡Por fin se nos verá como una escuela, como un grupo, como una generación!

El optimismo y mi ingenuidad a veces me llevan a pecar de estupidez. Naturalmente, salieron personas de mi propio grupo, de mi misma edad, de mi misma carrera con sus lemas de "No, es que me da miedo". "No, es que ellos se lo buscaron", "No, es que ese no es mi asunto".

Así como lo leen. Personas de no más de 25 años. Jóvenes adultos pensando eso. FUTUROS MAESTROS DICIENDO ESTO.

¿Ustedes lo consideran correcto? ¿Futuros docentes que enseñarán y guiarán a las futuras generaciones, tan llenos de soberbia, egoísmo y egocentrismo?

Pues sí. Yo estaba decepcionada (como ahora), estaba furiosa (como ahora), estaba sorprendida. Porque el león cree que todos son de su condición. Y como a mí siempre me interesan ésas cosas, obviamente creí que a todos les interesarían. Vaya error en el que estaba.

Fue un golpe duro a la realidad que me ayudó a abrir los ojos:

Ahora sé con quién cuento y con quién no. Ahora sé cómo actua, piensa y siente una persona cuando es un asunto ajeno. Ahora sé cuán faltos de empatía, de valentía, de solidaridad están algunos que quieren liderar niñitos, que quieren  guiarlos y enseñarles lo mejor de la vida. Ahora sé cuán necesitados están de humanidad muchos a mi alrededor.



Y vaya, con esto no pretendo criticar a alguien, porque sé que más de alguno se lo va a tomar a mal. Tampoco vengo a humillar a nadie, porque yo tengo unos padres que me enseñaron que SOY MEJOR QUE CUALQUIER EXPERIENCIA HORRIBLE QUE HAYA TENIDO. Soy mejor que eso.

Sólo vengo a serles clara, franca y lo más directa desde mi corazón:

Un grupo no se sostiene cuando las personas quieren jalar cada quien en su propia dirección. Un grupo no se sostiene cuando todos están preocupados por sus propios intereses. Un grupo no funciona cuando hace falta empatía.

No vengo a "colgarme" de los pretextos de otros. That's not how i roll. Vengo a demostrar empatía y solidaridad. Vengo a demostrar que sé jugar en equipo y que probablemente a mí éste semestre no me hayan atacado de forma directa, pero tampoco me voy a esperar a que lo hagan.

Sé que ustedes están acostumbrados a soportar mierda y malos tratos porque creen que eso les ayudará a formar carácter. Yo no estoy acostumbrada a vivir con miedo. Yo no pienso soportar crueldad de alguien. Yo no pienso abandonar a los que me necesitan.

Y no es capricho el querer luchar por mejorar mi calidad de vida en  cualquier ámbito, académico (que es del que estoy hablando), afectivo, económico, espiritual, etc. No es capricho el querer mejorar mi educación. No es capricho. Es mi derecho. Y si no te gusta mi derecho, está bien, lo respeto, pero no vengas a llamarme "animal", porque si crees que me estás degradando al decirme así estás más que equivocada.

Por favor, dejé los alimentos y productos provenientes de la muerte de los animales porque creo en la igualdad de derechos, creo en la divinidad que compartimos por medio de Dios, y creo que ellos son tan dignos como yo. El que vengas a llamarme "animal" sólo me causa diversión. No me estás ofendiendo.

Siendo sincera, me ofendería más si me confundieran contigo ;) Alguien tan intolerante, ignorante y egoísta.

Normalmente, en éste punto me estaría disculpando en caso de que se lo tomen a mal. Quisiera aclarar que NO es personal.
Pero también quisiera aclarar que NO me arrepiento de nada de lo que acabo de escribir. Es mi responsabilidad lo que escribo. Es tu responsabilidad lo que tú entiendas.



So, como conclusión, esto es lo que pediré:

Por fa, ten tantita madre. Sólo te pido poquita. No te voy a exigir que cambies tu manera de ser, ni de pensar ni de sentir. Como he dicho, yo no vengo a decirle a alguien qué hacer. Sólo te pido eso: Ten tantita madre.

No pidas lo que no das. No pidas trabajo de equipo cuando no lo das. No pidas solidaridad cuando no la das. No pidas compasión cuando no la das. No pidas ayuda cuando no la das.

Y una última cosa: Sé lo que soy, lo que valgo y lo que quiero hacer con mi vida. Cuando esté en todos lados mi nombre y mi cara, cuando tenga mis escuelas (o sólo una, puede ser), cuando haya alcanzado mi destino, por fa, por fa, por fa, finge que no me conoces. No me busques. No me pidas trabajo.

Porque me va a dar mucha, MUCHÍSIMA pena cuando te mande a la chingada :) 




(de mis canciones favoritas, lol)


No hay comentarios:

Publicar un comentario