"Que todos tengamos las mismas oportunidades" (Daniela Mares. 18 años. México)
"Es como la variedad de cosas" (Alejandra Espinosa. 19 años. México)
"Es la diferencia o distinción entre humanos, animales u objetos" (Diego Farrell. 17 años. México)
"Es como un plato de froot loops. Hay de todo en esta vida, pero sabe mejor cuando lo mezclas todo. Aunque si la vida es un plato de cheerios, yo soy un froot loop. Rosa. Y con Glitter porque YOLO" (José Ajuria <3. 20 años. México)
Me tomé la ligera libertad de preguntar qué era la diversidad o cuál era su opinión de la diversidad a mis amigos para la entrada de ésta semana. Síp, recién pasó San Valentín e iba a escribir sobre cómo mi 14 estuvo decepcionante, sobre cómo ésa fecha se volvió logo para la mercadotecnia y las falsas emociones y sobre cómo a mí me gusta mucho ésta fiesta en lo especial, pero ése tema lo dejaré pendiente.
Esto me parece más importante.
(Una de mis canciones sobre la diversidad favoritas y bueno, uno de mis programas favoritos que hablan sobre la diversidad)
Y bueno, para los que no lo tienen claro, ¿Qué rayos es la diversidad?
La Real Academia de la Lengua Española lo define como:
Variedad, desemejanza, diferencia.
Aclarando el punto anterior, creo que podemos continuar. Ok.
Estoy estudiando una carrera turbo padrísima llamada "Educación Especial", cuyo principal objetivo es integrar a la sociedad a los indivuduos que presentan una NEE (necesidad educativa especial y que ahora es una "Barrera para el aprendizaje y la participación") asociada o no a una discapacidad. Eso es lo que mayormente se busca y eso es lo que muchos tenemos en mente. Apoyar a los niñitos con problemas de aprendizaje provocados por un factor biológico o psicológico.
Okey.
¿Pero qué pasa con los niños indígenas o de otros países que no hablan el español? ¿Qué pasa con los niños súper dotados? ¿Con los niños rezagados a causa de una enfermedad como tal? ¿Los niños pertenecientes a una minoría?
Pues sí, también a ellos los atendemos con mucho gusto.
La diversidad es parte de la vida actual. En éste mundo globalizado, la diversidad crece y crece y las necesidades habituales van cambiando.
¿Qué pasa cuando aceptamos un cierto tipo de diversidad pero rechazamos a otra?
No es por ser polémicos, amigos, claro que no. Lo que menos deseo es causar problemas, pero iré al grano: Durante el año y medio que llevo en la carrera (estoy en cuarto semestre), he notado lo muy hipócrita que es la sociedad. Lo muy doble moralistas que son algunos de mis compañeros, maestros, religiones, culturas, etc.
No me malentiendan. No soy nadie para juzgar y que quede claro que no estoy señalando los errores de alguien, porque no soy perfecta (aunque a veces lo parezca, BROMIS, LOL).
Pero neta, what the fuck is wrong with all of you?
Aceptar a los niños con autismo, a los niños con sindrome de down, a los niños con ceguera o los niños con parálisis cerebral, pero rechazar a las personas homosexuales es ser un maldito hipócrita.
Aceptar a un niño indígena pero rechazar a una persona comunista es ser un maldito hipócrita.
Aceptar a un niño violentado en su casa pero rechazar a tu compañero sólo porque piensa que el trabajo de equipo debería quedar así, es ser un maldito hipócrita.
¿Entonces, en dónde queda la aceptación a la diversidad?
Muchas personas piensan que la diversidad es sólo ser diferente físicamente. Que uses ropas religiosas, que uses cierto tipo de lenguaje, que te veas de cierta forma y es todo.
¿Qué pasa con la demás diversidad? Es fácil ignorarla.
Desde que tomé conciencia de lo diferente que era de la mayoría de las personas, comencé a tomar mi bandera para defender a todo aquel ser diferente. Y no, no me las doy de especial ni de única ni de diva ni de nada. Pero enfrentemos la realidad, amigos. Soy una persona particular y tengo pensamientos muy particulares y gustos muy específicos. Sé que hay más como yo allá afuera, pero no abundan demasiado.
Vivir 11 años sintiéndome la rara y el extraterrestre de la humanidad no es fácil, pero supongo que me cayó más el veinte cuando me tocó ser indirectamente agredida por pertenecer a una minoría.
Sí, mis hábitos alimenticios no me hacen especial ni me hacen mejor moralmente a nadie, pero mi "estilo de vida alternativo" (aka, vegetearianismo) me ha pasado a la contra cara de vivir en un mundo lleno de prejuicio y comodidad.
Sí, mi sexualidad se ha visto señalada por lo que como. Sí, mi salud física se ha visto señalada por lo que como. Sí, incluso mi salud emocional se ha visto cuestionada.
¿Por qué? ¿Por qué caer una y otra vez en clichés?
Además, la odisea de ser agredida a la hora de comer, incluso por mis propios amigos y mi propia familia.
¿Alguna vez se han preguntado lo horrible que se siente ir a la casa de tus amigos y que sólo hayan hecho comida con carne? ¿O ir a fiestas familiares, sólo para tener que estar rechazando la comida porque no puedes ni quieres comerla?
Lo feo de tomarte la libertad de ponerte a platicar con tus tíos, tus primos, tus amigos y que el 70% del tiempo se dediquen a criticarte por lo que comes.
¿Dónde está el respeto a la diversidad?
¿Por qué han de criticar mi estilo de vida? ¿Por qué han de señalar mi sexualidad, mi espiritualidad, mis hábitos alimenticios?
Si yo no intento cambiarlos, ¿por qué ustedes a mí sí?
Mi lucha social es a veces muy estúpida y sí, me siento patética y sola, pero defender mis causas son cosas que me llenan. Quiero un mundo libre de estupideces.
Quiero un mundo donde pueda persignarme o ponerme la cruz de ceniza en la frente sin que me estén chingando con que "pensé que eras atea", sólo por tener opiniones diferentes a la religión que profesan mis padres.
Quiero un mundo donde no me objeten mi vestuario para salir a hacer mis cosas sólo para "evitar que me falten al respeto".
Quiero un mundo donde el simple hecho de autodenominarme "talentosexual" (término que me inventé, por cierto), no me señalen como "lesbiana enclosetada" o como "típica heterosexual que quiere llamar la atención por modas".
Quiero un mundo en donde no me llamen "soberbia" por el simple hecho de estar segura de lo que estoy diciendo y/o pensando.
Quiero un mundo en donde no baje las expectativas que la gente tiene de mí sólo por decir en voz alta que me gustaría ser escritora y vivir de eso.
Quiero un mundo donde no se rían de mí por creer que los animales tienen sentimientos y respetarlos es una manera espiritual de conectarme a Dios, porque todas sus creaciones compartimos un poco de su divinidad.
Quiero un mundo en donde no tengan que etiquetarme como "insegura", "antisocial", por la razón de que no soy de gritar mi opinión cuando no me la están pinches pidiendo o porque me gusta tener cierta reserva con personas que no pinches conozco.
Carajo, quiero un mundo en donde ir a la puta cafetería de mi escuela no represente un desgaste innecesario de energía al darme cuenta que preparar comida para mí (siendo vegetariana) sea un "gasto más grande" de lo esperado. Porque claro, el 90% de los alimentos están hechos de animales y naturalmente las personas vegetarianas no existimos y por lo tanto, no tenemos derechos.
Es lo único que pretendo.
Ahora, amigos, es hora de contestarme. ¿Es demasiado? ¿Estoy pidiendo demasiado al querer que mis amigos, cada vez que se les ocurre hacer un convivio, piensan poquito en mí y recuerden que yo no consumo ningún tipo de carne o sustancia que proviene de la muerte de los animalitos?
¿Estoy pidiendo demasiado al querer que dejen de etiquetarme en cosas pendejas simplemente por ser lo que soy?
Yo soy Charlie Marian. Yo no soy mi sexualidad, no soy mi espiritualidad, no soy mi trabajo, no soy mis hábitos alimenticios, no soy ni siquiera mis sueños ni mis problemas personales. Yo soy apenas un nombre.
¿Por qué construir mi nombre en base a todo lo que me hace diferente, en vez de construirlo en base a lo que puedo hacer y aportar a la sociedad?
Y bueno. No alargaré más a esto, porque sé que estoy tocando temas muy muy polémicos, sólo les pido una cosa, queridísimos lectores:
No etiqueten por las diferencias. Si vamos a poner nombres, que sean por nuestras habilidades y lo que hemos hecho.
¿O acaso conocemos a Virgina Woolf por su homosexualidad y no por su arte? ¿Conocemos a Freddy Mercury por su estilo de vida y no por su música? ¿Conocemos a Ghandi por su religión y no por sus obras? ¿Conocemos a Steven Hawking por su enfermedad y no por sus aportaciones? ¿Conocemos a Maryl Streep por su raza y no por su trabajo?
No, amigos, por favor no. Detengámonos. Pongámonos en el zapato del otro. Pensemos que el otro también tiene problemas, sentimientos y principalmente recordemos:
Tú también eres diferente. Te apuesto que también perteneces a una minoría. Y por supuesto, mereces tanto respeto como tu prójimo. Seamos humanos y llevémonos bien. Seamos hermanos y amémonos mejor.
Así que la próxima vez que te encuentres con alguien poquitito diferente o muy diferente, no lo mires extraño. Es la diferencia lo que nos hace iguales. Al final del día, yo no estoy buscando mi derecho a la igualdad.
Estoy buscando mi derecho a ser diferente y no ser ridiculizada por ello.
Pd: Esto explicaría un poco, queridos profes que están leyendo esto, lo que quiero decir. Naturalmente hice la tarea/leí la lectura/ sé de lo que me están hablando. Y mi naturaleza introvertida me mantiene la boca cerrada porque, pues, no se me da la gana participar de manera oral. Pónganme a escribir, pónganme a dibujar, lo que quieran. La participación oral no es el único tipo de participación. No quieran que sea como los demás. La mayoría del tiempo me gusta ser así y me gustaría ser respetada por ser una persona orgullosamente introvertida :)
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