Translate

sábado, 12 de septiembre de 2015

Tres Bodas y Un Funeral





KHÉ NERBIOZ OY ZE KASA MY FRIEN BLANCA!!!

Disculpen, es que estoy en verdad emocionada, lo cual es extraño porque DETESTO las bodas. Supongo que lo que me da emoción es ver a mi amiguita tan turbo mega enamorada arruinando su viDIGO dando un paso muy importante y serio.

Porque un matrimonio es eso, amiguitos. Es algo importante y serio y no es como te lo pintan los actores y gente del medio que se casa cada dos años -o en el peor de los casos, que tienen matrimonios que apenas y llegan a las 72 horas- y es por eso que ya nadie cree en los matrimonios.

¿Yo?

Reservo mi opinión porque puedo verme como una señora solterona amargada de cuarenta años, pobre y con exceso de población gatuna en mi hogar.


Pero... ¿Qué representa casarse? ¿Es sólo un trámite civil que pide la sociedad indirectamente? ¿Es un mero acto de amor? ¿O te casas con alguien para cuidar tus propios intereses?



jejejejeje no tengo una respuesta -por mucho que quiera inventarme una-. Lo cierto es que cada quien se casa como prefiera y por la razón que sea.

Hay gente que cree que el amor es suficiente para mantener un matrimonio, hay gente que para asegurarse un buen lugar en el futuro toma a la oferta más jugosa, y hay quienes son más cautelosos y lo piensan bien y hacen diversos planes para cualquier resultado y aun así terminan divorciánDIGO felices.

¿Yo?

Yo tengo veinte años y no pienso casarme, no tengo en mis planes casarme, aunque tal vez si Stephen King dejara a su mujer... o si Chloë Grace Moretz se decidiera a DM-earme, entonces creo que cambiaría mi percepción.

¿Por qué veo al matrimonio como una de los peores errores de la humanidad?



Porque lo es, amiguitos, sorry for disappointing you...


Nada dura para siempre, amiguitos. Nada. NADA. De una vez vayan metiéndoselo a la cabeza. Nada. Lo único que dura para siempre es que nada dura para siempre. Todo cambia, para bien o para mal.

Y esa no es mi única razón.

Yo de corazón creo que el alma y corazón de un humano de esta tierra no está hecho para la monogamia. Quizás en otros mundos más avanzados, pero en este planeta nope.

No creo que exista un alma gemela o un amor de la vida.

Y tal vez debido a esas creencias, verme en una posición así de comprometedora me es casi imposible.

Además, tengo graves problemas con el compromiso. No puedo comprometerme porque entonces mi problema de ansiedad y estrés se duplica y vivir así no me da mucha gracia.

Llámenme amargada, tal vez lo estoy, pero de verdad que no puedo verlo como los demás lo ven.





¿Lo he considerado?

Por supuesto que lo he considerado.

Alguna vez en el tiempo creí que alguien era el indicado y que me casaría con él y que pasaría el resto de mi vida con él.

Lol, qué equivocada estaba.


Pero no crean que mis opiniones se ven nubladas por el corazón roto que llevo desde hace añDIGO, no me malentiendan. Incluso antes creía que era una idea descabellada.

Y, es que, ¿Quién querría pasar por algo así?

Por mucho amor que le tengas a una persona, es difícil comprometerse a tal grado de la situación,

Oh, bueno, yo digo eso. Igual y sí estoy muy dañada.



O igual y tengo más razonamiento que otros.

No sé, amiguitos, supongo que son muchas cosas.

Casarte cuando eres poor as fuck.

Casarte porque te embarazaste.

Casarte porque quieres tener dinero y tu futura pareja tiene dinero.

Casarte porque así evitarás traerte problemas con tu familia.

Casarte porque crees que será divertido llevarle la contraria a todos.

Casarte porque crees que ya no tendrás otra oportunidad para ser feliz.

Casarte porque piensas amar a alguien aunque sea una bestia déspota y crees que cambiará una vez casados.

Casarte porque estás aburrido/a con tu vida.



Pero no todo es malo, amiguitos. Tampoco este va a ser un post mega depresivo entorno a las bodas. Me parece mágico el hecho de unión de dos almas que en un determinado plano existencial y para un determinado motivo sujeto a un cambio en el tiempo.

El amor es mágico. Y yo creo en el amor y creo en la magia. Es hermoso.

Créanme, nada se comparó a ver a mi amiguita en su bellísimo vestido blanco, junto a su esposo que iba muy guapo de negro, y los ojos brillantes por la emoción que opacaban sus sonrisas nerviosas.

Nada se comparó a ver a mi amiguita bailar con su esposo "Thinking Out Loud" de Ed Sheeran -que la neta la arruinaron porque el tipo ni siquiera sabía pronunicarla. Yo pude haberla cantado mejor- sus carillas de emoción. De verdad. Sentí que algo se desbodaba dentro de mí. Era emoción, miedo, amor, ilusión, nervios, ansiedad, ganas de vivir...

No lo sé.

Sólo sé que en ese momento en que los vi bailar a ellos dos solos, por toda la pista, una canción tan linda como es Thinking Out Loud, puedo asegurar que vi un instante de eternidad. Entonces, ahí fue cuando lo comprendí:

La eternidad está en nosotros. El amor está en nosotros. La magia está en nosotros. Y todo depende de nosotros, no de la otra persona.

En nosotros.




Una boda puede ser un mero trámite que la sociedad impone de manera inconsciente.

La unión de las almas es aparte.

Te puedes unir a un alma por todo el tiempo de cualquier plano existencial sin tener la necesidad de firmar un papel, o de tener que pagar cinco mil pesos a una iglesia para que la oficie, ni tener que adornar un gran salón y servir comida elegante. No hay necesidad de que existan testigos o de que compres un fino vestido blanco.
No hay necesidad de algo.

Hay necesidad de tener la intención.

Y, a mi ver, eso es más que suficiente.



Al final, llegué a la conclusión de que odiaba las bodas porque nunca era algo que representara mucho para mí. Pero ahora, al ser amiga de la novia, esa percepción cambió y me permitió ver lo importante que era.

Me divertí mucho. Casi lloré. Me reí montones. El whisky evitó que me muriera congelada. La comida estuvo buenísima -a excepción de la carne que sirvieron- Me puse roja como un tomate. Casi hago una estupidez. Me bailaron. Y me regalaron dulcesillos. El vestido me quedó increíble y nadie dijo que me veía mega gorda. No me embriagué y me fui a la cama con el aroma de alguien por todo mi ser y me quedé dormida son una sonrisa hasta que me di cuenta de lo ridículo y cursi que eso era.

La boda de Blanca fue hermosa, bella, porque después de tanto que Blanca y Andrés pasaron, ahora, digamos, están "juntos para siempre" bajo las leyes del dios de la religión católica.

Fue hermosa, porque sentías el amor que se profesaban el uno por el otro.

¿Existirá un amor que soporte las inclemencias del tiempo, del matrimonio y de la sociedad?...

No estoy segura.

Pero, tengo fe en que sí. Y sé que ellos lo tienen.



Al final, terminé asistiendo a tres bodas:
1.- La boda religiosa de Blanca y Andrés
2.- La unión-boda espiritual de Blanca y Andrés
3.- La boda social de Blanca y Andrés.

¿Y el funeral?

Asistí al funeral de mis expectativas con respecto a las bodas.

Creo que mientras más proximidad tenga con algun evento, más significado tendrá para mí. Y si Blanca no fuera mi amiga, para mí habría sido otro evento social insensato.




¿Mi opinión sobre casarme?

A diferencia de muchas personas que conozco, yo no quiero casarme por casarme.

Si me caso, es porque alguien de verdad, de verdad, de verdad, de verdad, me convenció. Y no porque quiero cumplir una expectativa ridícula de la sociedad. Será porque de verdad estoy enamorada, estoy convencida o en el peor de los casos, lo suficientemente drogada.


¡Y QUE VIVA EL AMOR!



No hay comentarios:

Publicar un comentario