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viernes, 23 de enero de 2015

Porqué Confíar Ciegamente en las Personas NO Me Ha Traído Nada Bueno (más que lecciones)

   Me gusta considerarme como una optimista. Intento verle el lado bueno a las cosas y sé que muchos no me creerán porque paso la mayor parte del tiempo deseando mi propia muerte, pero eso hago. Antes de morirme, quiero de verdad que estén bien las cosas. Como dice mi mamá: "Todo tiene solución, menos la muerte" y yo creo en eso.

     Al autodenominarme optimista, eso implica esforzarme (quizás más) en ver las cosas buenas de las personas. Eso hago, créanme, no le tengo mala a fe a nadie porque al final del día, mi propia arrogancia me impide acercarme a las personas lo suficiente como para encontrar algo que me desagrade. Todos tenemos nuestro lado bueno y nuestro lado malo. "No somos personajes de Disney", como dice mi amigo José. Es parte de la vida, el ying y el yang. Luz y oscuridad.

    Ahora bien...mucha gente estará de acuerdo con que mi existencia está inundada de inocencia. Síp, me declaro culpable: Mi fe en la humanidad a veces me ciega y me es difícil ver cuando alguien tiene malas intenciones, o cuando alguien me está intentando dañar. Así soy yo, así siempre he sido yo, y a pesar de que he aprendido MUCHAS cosas a la mala, aún no se me quita ése hábito. ¿Y podría ser algo malo? No lo creo. Simplemente es falta de prejuicio. ¿Por qué voy a juzgarte sin conocerte? ¿Por qué no voy a confiar en ti, si ni siquiera me has dado una razón para dudar? ¿Por qué voy a creer que me vas a querer lastimar si ni te conozco?... ¿Ven ahora mi punto? Aunque también tiene que ver un poco mi inseguridad como persona. ¿Qué es lo que alguien buscaría de mí? No tengo mucho que ofrecer económicamente ni en algún otro aspecto. Pero eso lo he aprendido bien: Siempre un buen besuqueo, manoseo, sentirse amados, sentirse importantes, sentir el poder de hacer a alguien sufrir es bastante para algunos pedazos de basura. Eso lo he aprendido a la mala, entonces...

      ¿No es ésa una razón válida para mandar a todos al diablo y volverme una persona huraña y sociópata? No para mí. Mi filantropía me puede a veces más. Como sea, no vine a quejarme (como normalmente hago) y a pesar de lo buena onda que estoy intentando ser, voy a dar algunas anécdotas y/o razones para que aprendan algo de mí. "soy un cuento con moraleja"...

1.- Cuando te buscan por sacar provecho de ti:  

Muy fácil. Es básicamente la historia de mi vida, por sorprendente que esto pueda parecer. Las personas se acercan a otras personas sólo por buscar algo. Está bien, no lo condeno ni me indigna ni nada. Lo que me molesta hasta cierto grado es que sólo te buscan cuando necesitan algo de ti, pero cuando están bien, ni se preocupan por saludarte o algo, o siquiera una sonrisa. Así es. Vamos, mi inglés ni siquiera es tan bueno, y aún así la gente se me acercaba a pedirme orientación. Nuevamente, a mí no me irrita ayudar, al contrario, me gusta ayudar, me hace sentir útil con la humanidad, pero tampoco se pasen. 

Me ocurrió en la secundaria, que incluso mis propios "bullys" (? se acercaban a mí para que les prestara mi libro de español o a la hora de revisar sus tareas de inglés (sí, a mí me ponían a revisar), me imploraban misericordia y compasión. 

Lo repito, no me importa ni requiere mucho esfuerzo mío el estar ayudando. Si sé algo que a alguien le puede servir, estoy más que contenta por ser útil. Pero no me hagan pensar que soy su amiga sólo por conseguir beneficios. Siendo mis amigos o no, NO les haré ninguna tarea, NO voy a tener ninguna consideración especial, NO les resolveré ningún extra (porque hasta eso me tocó hacer)


2.-Cuando estás segura/o de la amistad de alguien y en la primera oportunidad que tienen para apuñalarte, lo hacen:


¿Por qué hacen esto? D: No, de verdad, ¿qué ganan o qué? ¿Les causa algún tipo de placer del tipo sexual? ¿Tienen algún complejo? ¿Alguien les robó a su tortuga cuando eran niños? ¿O es su naturaleza humana?

Ok, aquí acepto mi culpa. Crecer en la generación Disney, Cartoon Network y Nickelodeon sólo me ha dejado turbo altas expectativas de las personas, sobre todo de los amigos. Creer que una amistad será eterna y duradera, y feliz, sin problemas y justa. Creer que cuando alguien dice "puedes confiar en mí", de verdad quiere decir "dime, me iré a la tumba con tu secreto". Es mi culpa por ser tan idealista y así. Pero neta, en buena onda, ¿qué sucede en sus pequeñas mentes, pedacitos de basura infernal?

Tal vez se debe al constante convivio. Cuando estamos en la escuela, convivimos con extraños y al cabo de un tiempo establecemos la relación de amistad y todo es bonito. Todos es bonito, claro, porque los vemos 5 días a la semana. Porque en cuanto terminas el ciclo, la etapa, lo que sea, en cuanto dejas de frencuentarlos, es como si te mostraran sus rostros llenos de malicia y sed de venganza, Es como si olvidaran los 2 años, los 4 años, los 3 años en la escuela, en una cárcel cognitiva donde compartiste con ellos reprobaciones, excentaciones (?, peleas, chismes, fiestas y momentos de verdadero estrés. Se les olvida y te tratan como a una extraña y volvemos al primer punto. Aquí está una pequeña historia:

En la secundaria tenía una amiga cuyo nombre dejaré en Mónica. Ella y yo nos llevábamos turbo genial porque compartíamos el gusto por la lectura y nos contábamos secretos y así, todo muy padre. Incluso mi mejor amiga, Yazmín, se enojaba poquito y no le hacía mucha gracia porque según ella "Yo la dejaba de lado para platicar con Mónica", o sea, celos. (Sorry, Yaz, i love you, but it's true). Todo muy padre. 
Luego llegó la época de la preparatoria y ella se fue a la misma que yo. Obvio me hacía ilusión y así compartir otra etapa de mi vida con ella, pero ahora ella era diferente. Mónica dejó de ser la simpática, inteligente y comprensiva chica que conocí en la secundaria. Se volvió frívola, calculadora, egocéntrica y soberbia. Lo peor es que yo me enteré por un amigo en común de las cosas horribles que llegó a decir de mí. Mónica me miraba por los pasillos y ni se inmutaba. Ni una sonrisa, ni un hola, ni NADA. Es más, era como si de verdad no me reconociera. Mis amigos de la prepa no creían que yo hubiera sido amiga de ella anteriormente. Hasta la fecha, yo todavía no sé ni qué pasó ni qué hice yo mal, o qué le picó. Pero en fin. 


3.-Cuando crees demasiado en el juicio de los demás: 



As simple as that.

Cuando alguien te dice "Es que ése chavo se cree mucho", o "éste maestro es un cabrón hijo de puta", o cuando te dicen "no, es que de verdad ella es buena onda", todo esto es parte del juicio y experiencias de los demás. Yo no debería tomármelo tan en serio, porque termino metida en problemas. Otra vez, acepto mi culpa. No debería dejarme llevar por lo que otros dicen. Tal vez ellos dicen: "No, es que de verdad ella es buena onda", pero o sea, la tipa es una pinche matona. Así no se puede.
Por eso prefiero no tomar los prejuicios de nadie más y afrontarme a las cosas tal cual me pueden pasar. A veces me va bien, a veces me va mal y a veces me gustaría que me avisaran por adelantado. 

4.-Cuando te dicen que te Quieren/Aman y/o les GUSTAS y NO LO DEMUESTRAN:


OMG! Podría escribir un libro de esto. Creo que a todos nos ha pasado (díganme que sí, por fa), y a mí me suele pasar MUY seguido. ¿Por qué? Otra vez mi inocencia. O estupidez, la verdad, a veces sí llego a ése punto.

¿Por qué ésa necesidad? De verdad. No le veo el caso decirle a alguien "Oye, te quiero mucho" para que después lo mandes a la chingada. 

¿Por qué vas a decirme que me quieres, SI NO ME CONTESTAS EL CHINGADO WHATS APP? ¿Por qué vas a decirme que te gusto, SI TIENES NOVIA?
¿Por qué vas a decirme que me amas, SI DE TODOS MODOS ME VAS A HACER LLORAR?

No, es de verdad. Pregunta abierta, queridos lectores. Siéntanse libres de contestarme. Aquí no haré aclaraciones porque sería meterme en MÁS problemas. Ya de por sí mi anterior entrada causó polémica...

¿Por qué? ¿Te es tan fácil decir un "te quiero" como un "ey, hola"? ¿Si?

Otra vez, tengo en parte culpa. ¿Porqué les creo? Supongo que en ése caso, yo también estoy dañada por andar creyendo en palabras sueltas. Pero me gustaría que lo dejaran de hacer, porque me fastidia MUCHO.

A veces una está tan enamorada que ignora todas las señales y sigue creyendo en palabras bonitas y sonrisitas y así, y estás tan cegada por la luz de ésa persona que no puedes ver el daño que te está haciendo. Aquí entran los amigos y/o familia y a veces ellos te pueden proveer una segunda opinión, ya que podrían tener una visión más amplia del contexto y las cosas en general. Y volvemos al punto 3. 

No lo hagan, amigos, por favor no lo hagan. No vayan por la vida regalando "te quiero"s si no lo sienten de verdad, si no lo van a sustentar de verdad. Nada les da derecho de romperle el corazón a alguien. Si de verdad me quieren, demuéstremenlo. No les pido que me den regalos cada que nos veamos o paguen las cosas o me llamen cada tres días, para nada. 

Sólo contéstenme los pinches mensajes. No sean hipócritas, si no quieren salir conmigo, díganme que no quieren y pinches ya. Salúdenme en la calle si me ven. ACÉPTENME COMO SOY, CARAJO.

Bien fácil. Y si no quieren, no me digan que me quieren y ya. Asunto resuelto.



Las cosas de la confianza son algo polémico y abstracto. Lo que para mí funciona, tal vez para ti no y lo entiendo. Les recuerdo que yo no vine a hacer éste blog para pretender decirles cómo vivir. Cada quien tiene su vida, su estilo, su ritmo y somos individuos diferentes.

Tomen en cuenta algo que me ha costado aprender y que ahora sé a mis tiernos 19 años:

Ustedes no tienen control sobre lo que los demás hacen. Si alguien te va a lastimar, lo hará. Si alguien te va a ver la cara, te la verán. Ustedes pueden decidir cómo reaccionar y qué contestar, pero no pueden cambiar sus intenciones.

Tampoco les digo que vayan por la vida desconfiando de los demás. ¡Claro que no! Dénse la oportunidad de conocer a las personas. A veces nos dejamos llevar por lo que alguien nos dice, o por cómo se ve, pero las personas siempre traen sorpresas, buenas y malas. Sólo no se sientan culpables ni se arrepientan.

Al final, el título de ésta entrada queda como (otra) pregunta abierta. Todo tiene su medida. No vas a desconfiar de todos sólo por miedo a que te lastimen, ni tampoco vas a confiar en todos porque en realidad no los conoces.

Todos tenemos nuestras ideas, pensamientos, la energía con la que nos movemos, nuestras intenciones y nuestros secretos. 

Por lo menos hoy puedo decir:







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